La banca abierta ofrece a los consumidores una serie de beneficios que incluyen:

Mayor transparencia: con la banca abierta, los consumidores tienen acceso a una mayor cantidad de información financiera, lo que les permite tomar decisiones informadas sobre su dinero. Esto incluye información sobre tasas de interés, cargos por sobregiro y otros costos asociados con sus cuentas bancarias.

Mejor experiencia del usuario: los consumidores pueden acceder a sus datos financieros desde una única plataforma, lo que les permite realizar transacciones y administrar su dinero de manera más eficiente.

Mayor seguridad: los consumidores pueden tener un mayor control sobre cómo se utilizan sus datos financieros, lo que puede reducir el riesgo de fraude y robo de identidad.