Entonces deberías considerar la adquisición de una de las unidades embargadas por el banco. Y es que las entidades financieras ofrecen los vehículos de los clientes que no han podido hacer frente a un préstamo, a un precio asequible. Normalmente, este tipo de vehículos suelen tener una salida rápida porque a los bancos no les interesa tener productos que provienen de embargo, pues afectan negativamente a sus balances -sucede igual con las casas-: es por ello que rebajan los precios, entre un 15 y un 50%, para poder venderlos lo antes posible.
